Un año más...

El 1 de noviembre del año pasado publicaba una entrada donde os enseñaba la tarta que hice para el cumpleaños de mi madre. Un año (y unos días) después, repito temática, pero con una historia y un resultado muy diferente.

Si la tarta de hace un año empezó con una idea, siguió con otra, se convirtió en un engendro de buttercream, para acabar cubierta con fondant, para esta tenía claro el diseño un mes antes de la ejecución. Y lo mejor de todo: nada de planes de última hora, ni sustos, nada... Sólo diseño y ejecución. Y es que... la experiencia es la madre de la ciencia.

Aunque el diseño de la tarta no es nada nuevo, es simple pero muy efectivo, aunque eso no significa que no tenga un poquito de trabajo. Cuatro rosas de fondant  no son muchas, pero en esto de las rosas no tengo mucha experiencia, así que me han costado un poquito de trabajo, y como podéis ver, alguna ha salido un pelín arrugada...

No tengo fotos del interior :( pero era un ombre cake en tonos lilas como las rosas, de bizcocho de vainilla, relleno de ganache de chocolate blanco y mermelada de frambuesa. La cobertura, también de ganache de chocolate blanco. La receta del bizcocho está adaptada del libro de Cupcakes from the Primrose Bakery.

TARTA DE VAINILLA, FRAMBUESA Y CHOCOLATE BLANCO

Ingredientes:

Para el bizcocho

• 340 gr de mantequilla
• 340 gr de azúcar
• 315 gr de harina de repostería / bizcochona
• 40 gr de Maizena
• 1 1/2 cucharadita de levadura química
• 6 huevos L
• 4 1/2 cucharadas de leche
• 1 1/2 cucharadita de extracto de vainilla

Para el relleno y cobertura

• 200 ml de nata para montar
• 600 gr de chocolate blanco
• mermelada de frambuesa

Precalentamos el horno a 180º. En un bol. mezclamos todos los ingredientes secos, menos el azúcar. Batimos la mantequilla con el azúcar hasta que forme una crema. Añadimos los huevos uno a uno alternando con la mezcla de ingredientes secos batiendo unos 30-40 segundos cada vez. Finalmente añadimos el extracto de vainilla y la leche.

Engrasamos tres moldes redondos de 20 cm. Dividimos la masa en tres partes, la ponemos en los moldes y horneamos unos 20-25 minutos, hasta que al pinchar con un palillo éste salga limpio.

Dejamos enfriar,  desmoldamos, y dejamos reposar sobre una rejilla.  Es recomendable hornear los bizcochos el día antes de montar la tarta. Una vez fríos, los envolvemos en papel film y los metemos en la nevera. Conservar la humedad y estarán firmes a la hora de montar la tarta.

Si sólo tenemos un molde, hay dos opciones, hornear una capa, esperar, desmoldar, lavar el molde y hornear la siguiente, o poner toda la masa en un sólo molde y cortarlo luego en tres piezas. Eso sí, tenemos que tener en cuenta que, en este caso,el molde debe de tener altura suficiente para permitir que la masa suba todo lo que debe subir. 

Para el ganache de chocolate blanco, calentamos la nata en el microondas durante un minuto y medio, añadimos el chocolate en trozos y mezclamos con unas varillas hasta que se haya desecho completamente. Dejamos enfriar del todo. Antes de usarlo, lo podemos poner en la batidora con el accesorio de varillas y lo montamos. De esa manera cogerá aire y nos quedará una consistencia mejor para decorar.

Para montar la tarta, preparamos el primer bizcocho, cubrimos con ganache. Ponemos encima la segunda capa de bizcocho  dibujamos un círculo alrededor del borde con el ganache, y luego rellenamos con la mermelada de frambuesa. Tapamos con el último bizcocho y cubrimos toda la tarta con el ganache restante. El ganache también admite el truco de la espátula caliente para que quede lisito, así que, el tapar o no la tarta con fondant, es decisión de cada uno ;)

Os recuerdo que hasta el domingo 11 a medianoche podéis participar en el sorteo que os anuncié en la entrada anterior. Sólo tenéis que acceder  a través del link que os dejo debajo e inscribiros haciendo clik en el botón PARTICIPA. El único requisito es ser fan del blog en Facebook.

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