Como ya he explicado en entradas anteriores, lo peor de la repostería es el destino del preparado en cuestión. Como no es mi intención ganar 4 tallas en un año, intento no preparar nada susceptible de acabar siendo ingerido en su totalidad por los dos que somos en casa cuando la receta es para 8, 10 o 12 comensales. Así que una cena donde todos llevamos alguna cosa es la ocasión ideal para preparar algo sin remordimientos.
Mis primeros cupcakes decentes llevaban un buttercream de chocolate blanco que no sabía a chocolate blanco, así que para la cena decidí hacer los cupcakes de vainilla de siempre con una nueva receta de buttercream de chocolate blanco. Pero debo estar maldita o alguna cosa porque este buttercream tampoco sabía a chocolate blanco. Seguiré buscando. Mientras, aquí están los cupcakes de vainilla con buttercream hecho de chocolate blanco y con sabor a mantequilla. Al menos, quedaron monos...
El buttercream está teñido con colorante en pasta de Wilton color Rose y adornado con unos sprinkles multicolores de Scrap Cooking que compré en Gadgets & Cuina y podéis ver aquí. Ah! Lo mejor, mis nuevos papeles de PME, son fantásticos! Tiene la medida perfecta y mantienen el color perfectamente después del horneado.
Lindos
ResponderEliminarhermosooos
ResponderEliminarEstan re coool
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